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11 Si tienes una hija alocada,
debes vigilarla muy de cerca,
no sea que tus enemigos te humillen
y la gente hable mal de ti.

Las mujeres

12 No te fijes en la mujer bonita,
ni pongas tu confianza en ella;
13 porque la maldad anida en la mujer
así como la polilla anida en la ropa.

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